16 de agosto de 2023
La uruguaya
Directora: Ana García Blaya
Intérpretes: S. Arzeno, J. Stuart, F. Bottaioli, G. Garzón, L.A. Carballo
País: Argentina, Uruguay
Visita. Lucas (Arzeno) y Magalí (Bottaioli) se reencuentran en Montevideo.
Lo primero que llama la atención de La uruguaya es su mecanismo de producción. La película, adaptación de una exitosa novela del escritor Pedro Mairal (autor también de Una noche con Sabrina Love, llevada al cine en 2000 por Alejandro Agresti), se pudo filmar gracias a la voluntad de 1.961 personas que aportaron dinero a través del sistema de crowdfunding montado por la revista Orsai, un proyecto creado por Hernán Casciari para generar contenidos a partir de membresías y donaciones de suscriptores.
La comunidad Orsai ha editado libros y revistas, tiene un podcast oficial y ahora, con la motivación del éxito de esta primera convocatoria, planea producir una película animada sobre Emiliano «Dibu» Martínez, una comedia romántica guionada por Tamara Tenenbaum, una comedia negra de Pedro Saborido y Diego Capusotto, un drama de época escrito por Felipe Pigna y una serie distópica de Ana García Blaya, directora de La uruguaya, y Chiri Basilis.
Los 1.961 productores de La uruguaya, que aparecen en los créditos finales del largometraje, contribuyeron entre todos con cerca de 600.000 dólares. El aporte mínimo establecido por Orsai fue de 100 dólares, pero hubo muchos que decidieron ayudar con más dinero. Todos tienen beneficios: participaron en encuestas para elegir al elenco, pudieron seguir paso a paso los avances del guion, ser extras en la película y hasta viajar como invitados a encuentros de cine en todo el mundo. El film ya estuvo en los festivales de Mar del Plata y Punta del Este, se estrenó en Uruguay y Argentina y pronto estará disponible en la plataforma Star+.
Al margen de esta historia, que sin dudas es novedosa y abre una posibilidad a explorar, La uruguaya –en cuya adaptación trabajaron nada menos que siete guionistas, entre ellos Josefina Licitra, Melania Stucchi y Juan Games– es una película irregular, que funciona bien por momentos y en otros se deja tentar por algunos lugares comunes de las historias de romance entre personas con una importante diferencia de edad.
Lucas (Sebastián Arzeno) es un escritor con algunas dificultades económicas que viaja a Uruguay para cobrar allí el adelanto que una editorial le pagó por su próxima novela. Se sabe: el desorden de la economía argentina siempre obliga a idear alguna peripecia, y para Lucas lo mejor es cobrar y llevar encima el dinero a Buenos Aires sin pasar por ningún registro ni control. Pero no es esa operación en negro la única motivación para el viaje. También sabe que se encontrará en Montevideo con Magalí (Fiorella Bottaioli), una joven que conoció hace un tiempo, de la que sabe bastante poco y con la que vivirá un día que por más de una razón será inolvidable.
En la novela el narrador es el propio escritor, pero aquí el punto de vista cambia: quien lleva el hilo del relato es su mujer (Jazmín Stuart), madre de un hijo con el que Lucas viene experimentando el complicado rol de una paternidad para la que no parece del todo preparado. Esa alteración no es gratuita porque, observado por otro (otra en este caso), ese personaje algo errático va dejando al descubierto sus debilidades y hasta cierto patetismo, en el que cae por su evidente conflicto con el peso de la vida familiar y el inexorable paso del tiempo.