12 de febrero de 2022
Reinaldo Marcus Green
Las hermanas Williams, vidas de película.
La historia de las hermanas Venus y Serena Williams es ideal para una película. Sobre todo por el rol que cumplió su padre, Richard, el centro de gravedad de esta ficción algo edulcorada que, de todos modos, da una idea bastante cabal de una proeza realmente singular.
Un día cualquiera, Richard (interpretado con mucha solvencia por Will Smith) estaba viendo televisión en su casa y se topó con una imagen que lo impactó: un noticiero deportivo informaba que la tenista rumana Virginia Ruzici había recibido un cheque de 40.000 dólares por ganar un torneo. En ese preciso momento decidió que tendría dos hijas más con su esposa Oracene (ya tenía seis de un matrimonio anterior) y que serían tenistas. ¡Y lo consiguió! Tuvo efectivamente esas dos hijas mujeres para las cuales diseñó un plan muy ajustado, el «Triángulo de vida de los Williams», 78 páginas en las que desarrolló la fórmula que las llevó a la cima del mundo del tenis (Venus ganó 49 torneos individuales de la WTA; Serena triunfó en 23 torneos de Grand Slam, marca solo superada por la australiana Margaret Court).
El relato tiene el tono de una indiscutible epopeya: los Williams se sobrepusieron a la violencia del barrio donde vivían (Compton, uno de los lugares más peligrosos de Los Ángeles), al racismo y a los pronósticos de fracaso de un amplio sector de la prensa que lo señalaba como un manipulador arrogante y algo desquiciado. Pensaban que era un loco, pero quedó claro que fue un rey.