7 de mayo de 2022
Acho Estol
Club del disco
El nuevo trabajo solista de Acho Estol sigue muy en línea con su antecesor Folkenstein y con los últimos trabajos de La Chicana. Y eso es bienvenido. Una vez más se abre a su espíritu mestizo. Al compositor no le interesan los purismos y por ello insiste con los folclores de distintos territorios. Su corazón artístico late por el tango, claro, pero no todo acaba allí. Acaso Estar ahí suena como una caravana musical breve, pulcra y finísima. Aquí están sus obsesiones, sus desvelos instrumentales, rítmicos. Aire de chacarera y de candombes, tangos, milongas, pasajes balcánicos, valses. Historias urbanas, tragicómicas. Un aire a despedida sobrevuela algunas de estas canciones. El canto está cedido a los demás: se reparte entre Mamba Malí, Cucuza Castiello y Natalia Bazán. Es fama: Estol es un intelectual de la canción argentina y de la música en general. Pero no se pasa de rosca, sino que pone toda su sapiencia al servicio de las canciones. Entrega una personalísima versión de «Para quién canto yo entonces» de Charly García, vuelve sobre «Mi involución» (una joya de su repertorio en la que vale remarcar ese pasaje de «tuve miedo de mi vecino botón»), relee el tangazo «La bestia potenciada» de La Chicana en modo orquestal y cierra con «El ramo», un tremendo aire de vals. Estol vuelve a animar su propio ritual popular con un swing que ya tiene marca de autor.