23 de abril de 2022
Juan Villarreal y Patricio Crom
Los años luz
Juan Villarreal estaba embebido en una milonga a puro baile y sonó «Tango brujo» de Francisco Canaro. Fue como una luz: el excantante de la Orquesta El Arranque tomó envión y le contó la idea a Patricio Crom. Quería hacer realidad un homenaje a Juan D’Arienzo, el director de orquesta de la época dorada (1940-1950) que modernizó la instrumentación de aquel ecosistema musical. Villarreal cantaba todo el tiempo «Tango brujo», hasta que la grabó. Esta canción fue tan importante para el proyecto que terminó siendo el corte de difusión y la apertura de un LP con once canciones. Al repertorio que D’Arienzo supo escribir e interpretar le sumaron dos composiciones propias a modo de homenaje: «El viejo marioneta» de Crom y «Bordonas de fuego», compuesta por el dúo en el estudio. El disco, como muchos, comenzó su proceso antes de la pandemia y, por eso mismo, tuvo que esperar dos años para su finalización. Las guitarras, espadas del tango como dice Villarreal, son el eje de este encuentro. Y su voz, concreta y sin sobresaltos, el hilo que se despliega por todo el trabajo. Del álbum participan Guido Iacopetti (que tiene junto con Villarreal un proyecto llamado Las cruces de plata), Malamado Tango y Pablo Ramos, hijo de Don Ramos, cantor de Juan D’Arienzo. Un gesto clave, no solo por el linaje, sino porque Ramos es un gran conocedor de la historia del músico aquí homenajeado.