28 de agosto de 2021
Costa-Gavras
Loulis (izq.) es el ministro Varoufakis.
La última película del director franco-griego es la adaptación del libro escrito por Yanis Varoufakis, exministro de Finanzas de Grecia durante la crisis de 2015. El film imagina los intentos de negociaciones de Varoufakis (Christos Loulis) con la Troika (la Comisión Europea, el Banco Central y el FMI) para renegociar la inmensa deuda externa contraída por su país. El protagonista, funcionario de la coalición de izquierda de Alexis Tsipras, guía la narración por cada una de las oficinas de las instituciones en una suerte de laberinto kafkiano. El ministro simboliza la resistencia, por su actitud y argumentaciones frente a las propuestas de ajuste sugeridas por los representantes de los organismos, una historia bien conocida en nuestro país. La película contrasta las discusiones y negativas surgidas en las reuniones con la imagen de armonía elaborada en cada conferencia de prensa posterior. También el leitmotiv musical del film (que remite al sirtaki, baile popular surgido en Zorba el griego) junto con la magistral escena de danza final, subrayan de manera alegórica la farsa democrática en la cual queda atrapado el Gobierno griego. El director de Z y Estado de sitio apela a un irónico sentido del humor para abordar la trágica historia reciente de su país natal, en una película que se propone evidenciar la fractura de una Unión Europea controlada por los mercados financieros, que deja sin voz ni voto a los Estados que la integran.
