Opinión

Carlos Heller

Dirigente cooperativista

Un ensayo de mano dura

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Esta semana se produjeron hechos trascendentes para el devenir de la economía, aunque de sentido opuesto. Por un lado, comenzó el proceso de llenado del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), que permitirá transportar este insumo energético no convencional desde el yacimiento neuquino de Vaca Muerta hasta los centros de consumo de nuestro país. De manera simultánea, la aprobación de la nueva Constitución jujeña, que incluyó un fuerte recorte de derechos, entre ellos el de protesta, dio lugar a una represión salvaje tras el reclamo de una multitud, integrada entre otros por organizaciones sociales, pueblos originarios y docentes que advierten sobre el signo regresivo de la reforma. 
El caso del gasoducto es emblemático del rumbo emprendido por el Gobierno del Frente de Todos. Esta importante obra de infraestructura permitirá un ahorro de subsidios al obtenerse el gas mucho más barato. A ello se sumará el ahorro por la reducción de importaciones, que será de aproximadamente 2.000 millones de dólares este año y 4.200 millones de dólares el próximo, según precisaron funcionarios del área.

Mirada estratégica
Es un buen ejemplo de las políticas públicas con mirada estratégica que se necesitan para aliviar el cuello de botella por la escasez de divisas, que impacta con particular fuerza este año, en el marco de la inédita sequía que afectó la producción agropecuaria. Esta mirada debe estar en consonancia con un manejo soberano de los recursos naturales, el cuidado del medio ambiente y de los derechos territoriales de los pobladores.
La buena noticia del avance en la explotación de los recursos hidrocarburíferos marcó un fuerte contraste con el futuro que anticipan los/as precandidatos/as opositores, que se pelean para ver quién promete más «mano dura», en caso de triunfar en las próximas elecciones. ¿Para qué sería necesaria esa represión, hoy ensayada en Jujuy? Para implementar en todo el país los planes de ajuste que, pese a su fracaso en el pasado, vuelven a enarbolar como banderas de su ideología neoliberal.
En este sentido, la provincia gobernada por Gerardo Morales, precandidato a vicepresidente de Rodríguez Larreta, anticipa a modo de laboratorio de prueba lo que piensan hacer y por cuáles medios, en el caso de que se produjera un escenario de retorno de Juntos por el Cambio al Gobierno de la Nación. 
Los políticos neoliberales que endeudaron al país insisten en la idea de que los problemas se solucionarán con una violenta redistribución regresiva de los ingresos, vía macrodevaluación de la moneda, recorte de salarios y jubilaciones, y entrega de recursos naturales para usufructo de empresas extranjeras.

Políticas activas
Frente a esas propuestas, y sin negar cuestiones por resolver, como la elevada inflación, están a la vista los frutos de un conjunto de políticas activas, en las antípodas del modelo de ajuste. Según datos recientes del INDEC, durante el primer trimestre la economía creció un 1,3% interanual y el repunte del empleo acompaña esta dinámica. 
La tasa de desocupación fue del 6,9% en idéntico período, un valor históricamente bajo al compararlo con igual lapso de años anteriores, mientras la tasa de actividad en su punto máximo (48%) indica que la caída que se viene registrando en el desempleo no está asociada a un «efecto desaliento» de quienes buscan trabajo. 
En suma, a partir de esos y otros resultados favorables, la continuidad que propone la Unión por la Patria busca consolidar un esquema de desarrollo con inclusión social, alejado de planes sólo beneficiosos para sectores concentrados.

Foto: Susi Maresca

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