28 de junio de 2023
Aclaro que creo que la publicidad es algo importante y necesario para que podamos enterarnos de las novedades que suceden a diario.
El problema es cuando esas novedades no nos interesan en absoluto y sin embargo debemos soportarlas. Eso es lo que se está incrementando ahora en internet… y en las páginas de los medios. ¡Y en todas partes!
Pretendemos ver un video que relaciona el calentamiento global, los glaciares de Groenlandia y las costumbres alimenticias de los pingüinos y antes de que veamos nada, aparece un ama de casa, feliz y sonriente, a decirnos lo mucho que le gusta limpiar el inodoro con un nuevo detergente. Eso nos descoloca, como no le creemos a ella, inconscientemente bajamos nuestro nivel de credibilidad para con la película. Pero la cosa sigue y justo cuando una orca malísima está por manducarse a un pingüino buenísimo… corte… y pasamos a escuchar a un espécimen que nos habla de lo lindo que es comer un paquete de snack con exceso de sal, grasas saturadas, calorías y, sobre todo, exceso de precio de venta.
Realmente esto nos lleva a pensar que si la orca se morfa al pingüino, es triste, pero es mucho más sanito.
Algunas empresas ofrecen la opción de ver sus portales sin publicidad a cambio de plata. O sea los que tiene guita se salvan y los que no tienen se joden. Como siempre. Pero, por suerte para los pobres, como estos no pueden comprar esos engendros, evitan empeorar su precaria calidad de vida.
Algo similar pasa en otros portales de noticias. Si alguna vez vimos un documental sobre los templos en las rocas de Petra y hemos tenido la pésima idea de buscar en Google algo más sobre el tema, la consecuencia será que durante semanas nos bombardearán con publicidades de hoteles en Petra, con paseos por las ruinas, incluso por un modesto importe adicional, en camello con foto incluida. Hubo un momento en que no se podía leer una noticia sobre los despelotes en nuestro país, sin que apareciera una foto de un hotel o restaurant de Jordania junto a un plato de mansaf (guiso de cordero con salsa de yogur).
Para los que aún vemos TV por aire o cable, ver una película significa que al comienzo no te pasan publicidad, pero cuando está por descubrirse quién era el asesino del cortaplumas, te meten una tanda tras otra con lo cual somos nosotros quienes queremos destrozar el televisor con un cortaplumas.
Y en fútbol ni le cuento, a veces cuesta encontrar dónde está la pelota. Lo mismo en la calle. No hay un lugar donde no haya algún cartel, letrero, foto, señal, grafiti, pantalla, todos espantosos, que no pretendan vendernos algo, hoy incluso un candidato.
Prometo que me abocaré al tema. ¿Alguien conoce algún un sponsor?