23 de febrero de 2016
«La intimidad es el máximo desafío del cine documental. Tenés instrumentos, como la cámara o el micrófono, que en teoría no pueden penetrar en el interior de las personas. Pero el lenguaje del cine sirve para hacer eso, para generar la sensación en el espectador de que accedió al alma de esa persona que está en la pantalla. Las películas tienen que ser vehículo para un viaje emocional.»