Opinión

Desmonte

Tiempo de lectura: ...

Me gustaría llamar la atención de los lectores de Acción sobre la depredación de los recursos naturales que se está haciendo en nuestro país. En realidad en todo el planeta, pero lo que está ocurriendo en el oeste, el norte, en provincias como Chaco, Salta, Formosa, Santiago del Estero, es alarmante. Se desmontan miles de hectáreas, con el fin de dejar libre el terreno para plantar soja.
El problema no es solo ese, sino que con los desmontes se pierde gran cantidad de flora y, en consecuencia,  fauna. Hay cientos de especies que se van quedando sin su hábitat.
Por ejemplo, hace unos días se detectó la presencia de un ocelote en los esteros del Iberá, en Corrientes, ¡después de 10 años! Los especialistas habían llegado a creer que la especie estaba extinta, por lo menos en esa zona.
Así como con el ocelote ocurre también con otros animales, grandes y pequeños. El oso hormiguero gigante también está en peligro, así como el tapir y otros más. Es que cuando arrasan con árboles, matorrales, arbustos, arrasan también con los animales pequeños que viven en ellos e indirectamente con los grandes que se alimentan de ellos. Son varios, y algunos muy raros, como el tatú carreta, los pichiciegos, el quirquincho andino o el «lobo» argentino, el aguará guazú, el ciervo de los pantanos, la nutria marina y otros animales de río, las chinchillas silvestres, etcétera. Yo sé un poco del tema porque de chica viví muchos años en Corrientes y mi abuelo me mostraba los diferentes animales que vivían cerca de casa en un monte o que nos cruzábamos por los caminos. Por eso me preocupa mucho todo lo que está pasando con los desmontes. Y lo peor es que esto viene de muchos, muchos años y no hay esperanzas de que vaya a parar, ni que se respete ni nadie haga respetar la Ley de Bosques. Mientras tanto, las pérdidas de flora y fauna son irreparables.

 

Silvia Sáenz
Ciudad de Buenos Aires

Estás leyendo:

Opinión

Desmonte