1 de octubre de 2022
El recorrido desde temprano para no hacer fila. El café de media mañana y los escritos presentados sobre la hora de cierre. El perfume en el ascensor y las escaleras agotadoras. Todos rituales que hoy forman parte de un recuerdo para quienes tuvieron la dicha ‒o la desgracia‒ de realizarlos. La Justicia Nacional implementó desde 2015 un sistema de digitalización de expedientes que durante la pandemia se terminó de configurar como la forma definitiva para llevar adelante los procesos judiciales. El ejercicio de la abogacía también debió adaptarse. Amigarse con la virtualidad, resignar certezas en pos de la agilidad y, sobre todas las cosas, entrenarse en la tecnología. Litigar desde casa es una nueva realidad que deja oficinas vacías. Las distancias se acortan y las audiencias se realizan en pantuflas, incluso cierta formalidad excesiva se fue perdiendo para acercar empatía. Hay quienes aún reniegan de los cambios, quienes añoran el papeleo y quienes todavía creemos que será justicia.