14 de diciembre de 2015
Les escribo porque me gustaría compartir con otras personas mi preocupación por el medio ambiente, que aunque a veces se habla de ello en los medios me parece que es una cuestión postergada. Estoy segura de que esto se debe a que a primera vista no es algo que nos afecte la realidad de todos los días y la gente es como que no le hace caso. Pero la realidad es muy otra, porque la degradación del medio ambiente hace a nuestra vida diaria, a lo que comemos, lo que tomamos, lo que respiramos.
La reciente Cumbre Mundial recibió a más de 150 jefes de Estado para lograr reducir la emisión de gases de invernadero, que son los que afectan la atmósfera y elevan la temperatura del planeta. En esta cuestión hay profundas implicancias políticas, especialmente porque algunos países contaminan más que otros. No es difícil darse cuenta de cuáles son los que más contaminan: los países centrales, las grandes potencias, como Estados Unidos, Canadá, países europeos, China y un poco menos Rusia. Según han comprobado los científicos, una suba en la temperatura media del planeta de solo 2 grados centígrados tendría graves consecuencias para el planeta. Ya la está teniendo, el Ártico pierde hielo aceleradamente y eso puede provocar cambios en las corrientes marinas. La Antártida también pierde hielo, y si va al mar el que está sobre tierra (porque se trata de un continente), esto podría aumentar el nivel de los mares e inundar poblaciones costeras de todo el planeta. Recientemente el presidente Barack Obama reconoció el papel de EE.UU. en este problema pero no propuso ninguna medida para reducir las emisiones de su país porque ellos dicen que frenaría su economía.
Lo que propongo desde acá es que tomemos conciencia de este problema y por lo menos leamos más y nos informemos mejor para ver qué puede aportar cada uno.
Lucía Cánepa
Ciudad de Buenos Aires