23 de septiembre de 2015
«La condición femenina padece desde siempre una segregación a veces discreta y otras abiertamente declarada como reflejo de la imposible integración de la feminidad en el espíritu humano. Las mujeres se destacan, sin duda, pero cabe pensar si en su goce son en realidad tan modernas. La necesidad de amor sigue vigente, y ningún lugar en lo social alcanza para suplirlo.»