23 de junio de 2015
«Lisboa es una ciudad muy femenina. Tiene ojeras, tiene arrugas y la piel blanca de su luz dorada, una de las luces más cinematográficas de Europa. Es vieja y joven, periférica y mestiza. Buenos Aires, como Lisboa, es una ciudad de llegadas y partidas. Las dos son ciudades muy cantadas, tienen músicas propias que hablan de ellas.»