12 de febrero de 2022
Miguel Cantilo
Che Discos
Existe la consideración perezosa de encorsetar a Miguel Cantilo en la protesta, en tomarlo –como decía Spinetta de Gieco– como «un periodista del rock». Su arte es mucho más complejo. Ha cultivado diferentes estilos: de la Nueva Canción de café concert del primer Pedro y Pabloa la psicodelia de Apóstoles, del guiño a Led Zeppelin del Grupo Sur a la new wave de Punch y el folclore andino y el tango de varios pasajes solistas. Corazón acústico tiene un tratamiento que no escapa de lo que define el título: es acústico, pero en esencia reúne estéticas como la marcha, el candombe y la canción. En su intimidad se advierte que fue concebido durante el confinamiento más estricto, en 2020.
Las canciones que definen el álbum son las evocativas. Son especialmente emotivas «A mi viejo» y «Mamá», que canta junto a su hermana María José. La producción de Corazón acústico es de su hijo Anael Cantilo, y destaca por detalles de trompeta, corno francés, cello y bandoneón, y la siempre extraordinaria percusión de Facundo Guevara.
Radicado parte del año en España, hace tiempo que Miguel está corrido de las leyes del mercado. Elige lo alternativo, lo artesanal, lo singular: en este caso, el lanzamiento físico tiene la forma de un disco-libro. Para reforzar la idea de lo hecho a mano, en el arte interno las letras de las canciones están escritas en cursiva con una «pluma cucharita». Como explica en el prólogo: «Es un tributo no solo a la palabra escrita a mano, sino al recuerdo del enorme afecto que despertó en mí esa descendiente directa de la vieja pluma de ave con que se escribía la poesía y hasta la música clásica».
La portada y la contraportada son dibujos realizados por un viejo compañero de ruta, Kubero Díaz: una guitarra con forma de corazón y una pluma cucharita. Elementos sencillos, esenciales, como el noble arte de Miguel Cantilo.