13 de abril de 2015
El Ministerio de Educación de la Nación lanzó un programa online para ayudar a los jóvenes a elegir una carrera. Juegos, capacitación y documentales.
A fines de 2012, datos del Centro de Estudios de la Educación Argentina, dependiente de la Universidad de Belgrano, mostraban al país como uno de los de menor graduación en proporción al total de estudiantes universitarios. Así, señalaba que apenas 27 de cada 100 ingresantes terminaba graduándose. Sólo por considerar algunos datos en este sentido, se sabe que en la facultad de Ciencias Exactas, por ejemplo, el 50% de los alumnos que eligen alguna de las 10 carreras disponibles al terminar el CBC abandona entre el primer y el segundo año de cursada.
Ahora bien, es lícito preguntarse si este fenómeno que se da a nivel local no responde en parte a la poca información respecto de las posibilidades que existen para los chicos al terminar el colegio secundario. Sin dudas, hay quienes tienen decidida muy fuertemente su vocación, pero otros terminan tomando una decisión apresurada, presionados por el contexto social, familiar y hasta por miedo a quedar del lado de los que no estudian ni trabajan. Por eso, para aclararles el panorama, lejos de los clásicos test vocacionales más semejantes a una suerte de evaluación psicológica, desde el Ministerio de Educación de la Nación crearon un proyecto de orientación vocacional denominado Dar Pie. Pensar, intercambiar, elegir, que ayuda a los jóvenes desde lo lúdico y lo informativo a conocer las amplias posibilidades de estudios universitarios, oficios y actividades diversas que se presentan al concluir el colegio secundario.
«La principal institución responsable de acompañar la trayectoria de los estudiantes es la escuela. El lugar de la orientación vocacional se ha desvirtuado y se ha transformado casi exclusivamente en una práctica de evaluación psicológica. Lo que nosotros proponemos desde este programa del Ministerio es diferenciar los tipos de intervenciones en la orientación vocacional escolar desde la práctica educativa cotidiana, tratando de tomar esto como parte de las experiencias de vida, acompañando el recorrido de los estudiantes, ayudándolos a pensar cómo cada uno quiere encarar sus proyectos de vida», sostiene el psicólogo y coordinador general del proyecto, Sergio Rascovan.
Dar Pie… está compuesto por 3 recursos: un juego, que está disponible para descargar en el minisitio de educ.ar, basado en 100 fotografías para acompañar a los alumnos en el proceso de elección de proyectos futuros de vida, personales, educativos o laborales; un curso virtual del Programa Nacional de Formación Permanente Nuestra Escuela, destinado a docentes y equipos de orientación de escuelas secundarias, y un minisitio docente en el portal educ.ar con variedad de recursos para profundizar en la temática: el juego Dar pie, manuales para docentes y alumnos, series sobre vocaciones y 4 sitios para elegir qué carrera estudiar.
Para Rascovan, quienes trabajan en la orientación «tienen que brindar información para que cada chico desde sus propios valores, historia y expectativas, pueda elegir. También es cierto que un rasgo distintivo de la época es la variedad de carreras que existen. Esto también aumenta la complicación, es interesante la variedad, pero también puede despertar más ansiedad».
El juego tiene como antecedente un software llamado Imágenes Ocupacionales desarrollado por Rascovan que posee una versión comercial en papel y una digital. «Se sacaron fotos para abarcar el universo del trabajo, del estudio, de las actividades diversas. Los chicos se conectan con esa variedad, luego identifican lo que cada uno ve y le ponen el nombre que les parece. Después seleccionan las actividades que les gustaría hacer y las que no. Luego hay preguntas orientativas para que cada estudiante pueda ir respondiendo para elaborar lo que fue haciendo. Esto no es un test, es un juego que permite una construcción de la propia elección», explica el psicólogo.
«Hay muchos discursos sociales circulando respecto de la elección de una carrera, se impone que esta elección sea para toda la vida en escenarios tan cambiantes. Por otra parte, los padres reviven sus propias situaciones al momento de elegir, sus propios problemas. Todo esto influye. Hoy, el desafío es pensar una práctica de orientación vocacional que trate de dar respuestas», asegura Rascovan.
La guía de los docentes al momento de elegir una carrera, oficio u actividad también es fundamental. Por este motivo, desde la cartera educativa apuntan a la capacitación a través de un curso que incluye cuatro clases virtuales y un encuentro presencial. Hasta el momento participaron 1.036 docentes (miembros de equipos de orientación, profesores y preceptores) de todas las provincias del país. La iniciativa tiene como objetivo profundizar la orientación vocacional concebida como un derecho de los estudiantes; avanzar en su inclusión de forma sistemática en los últimos años de la escuela y colaborar con las acciones y proyectos que las diferentes jurisdicciones del país vienen realizando para acompañar a los estudiantes en los procesos de transición y en la toma de decisiones.
Desde el Programa, apuestan fuertemente a que estas herramientas faciliten las elecciones de los chicos y colaboren para evitar la deserción en los primeros años de vida universitaria. No obstante, Rascovan reconoce que «los recorridos suponen búsquedas, empezar y discontinuar, luego retomar, y hay que desdramatizar estas cuestiones. También es cierto que tras el primer año es importante la cantidad de los estudiantes universitarios que abandonan sus estudios, esto también habrá que pensarlo. Si se pretende una universidad más inclusiva, habrá que replantear formas de acompañamiento y generar mejores condiciones para la adaptación».
—María Carolina Stegman