26 de febrero de 2015
«Los límites que nos separaban en Estados y naciones han comenzado a desintegrarse, y la nacionalidad ya no es la identidad primordial que fue a lo largo del siglo XX. Y cuando un factor identitario comienza a retroceder, otro emerge. Debido al poder que tiene la religión para darle a alguien un sentido de identidad, el factor que surge en muchos casos es ese.»