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Vigilados

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Cada vez que pasa algo en la Argentina los medios concentrados se regodean mostrando cómo fue recibido o replicado tal hecho –siempre en forma negativa– en los grandes diarios o cadenas de televisión del extranjero. Realmente es una práctica periodística que me fastidia, porque es avalar ese pensamiento simplista y de sumisión a la mirada ajena del «¡qué vergüenza, qué van a decir de nosotros!». Como si en el resto de los países no pasara nada, como si no hubiera inseguridad, corrupción, o desacuerdos.
Pero con motivo de la marcha para homenajear a Alberto Nisman, lo que me asustó al otro día (porque realmente me asustó), fue leer lo que algunos medios publicaron respecto de las declaraciones del vocero de Barack Obama: «A la Casa Blanca le preocupa cuando en países con los que tiene una relación “fuerte”, como la Argentina, se plantean cuestiones de derecho y justicia. Continúa siendo una situación que vamos a vigilar», dijo el estadounidense.
¿Van a vigilar?, ¿qué es lo que van a vigilar?, ¿y si encuentran algo que no les gusta, qué?, ¿nos van a mandar a los marines?, ¿van a invadir? Probablemente no, pero con toda seguridad, si ven que los hechos políticos del gobierno argentino atentan contra los intereses estadounidenses, harán todo lo posible para perjudicarlo. Y me pregunto, ¿harán? ¿O no será precisamente que ya lo están haciendo?
Estados Unidos ha demostrado a lo largo de toda su historia su voluntad de intervenir –pacífica o violentamente– en cuanto país fuera necesario para «encaminar» a aquellas naciones díscolas a su política exterior y sus intereses estratégicos. La lista de las víctimas es muy larga. No me extrañaría que el clima destituyente que se vive hoy en el país tenga algo que ver con la larga mano de la primera potencia mundial.

Fabián Morelli
Ciudad de Buenos Aires

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