28 de enero de 2015
«Ser sujeto del propio destino equivale a un “hacer” con el dolor. Transformar, crear, ayudar, transmitir. Tenemos numerosos ejemplos de personas que han sido abusadas y violentadas y luego de un extenso recorrido pueden pararse de cara a la sociedad y decir: se sale, se puede. Esto tiene un enorme valor.»