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Portas

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Gabriel Plaza

Marisa Monte
Sony Music

Después de diez años, la cantautora estrena canciones con aliento a clásico.

Los maestros de Marisa Monte son Dorival Caymmi, João Gilberto, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Erasmo Carlos, Los Beatles, Bob Marley, Stevie Wonder, Ella Fitzgerald y Carmen Miranda. Son artistas clásicos que perduraron en el tiempo, atravesaron a varias generaciones y dejaron su huella. Portas es su primer álbum solista después de diez años y se podría decir que sus canciones están hechas para perdurar. Ese compromiso a largo plazo se nota en los quince temas, la producción, el arte de tapa y el concepto solar del álbum. Siempre hará falta una canción como «Portas», la que abre y da título al disco, que ofrece un respiro con esos acordes mayores de atemporalidad beatle. En definitiva, una balada optimista, que inicia la tónica de un disco impregnado de una fuerza suave que exalta la belleza de las melodías, con letras bucólicas que hablan de las relaciones, el enamoramiento, el abismo de la ruptura, el recomenzar, el oficio de cantar, el carpe diem como filosofía de vida. El sonido es atravesado por la luminosidad pop, la sensualidad del soul, el ritmo del funk y la identidad brasileña que lo envuelve todo. Las melodías radiantes, los acordes suaves en el piano, la inflexión de las cuerdas, las capas de instrumentos eléctricos y la sección de bronces integran la escenografía del existencialismo tropicalista de Monte. La cantora sublima el amor en «Calma», coproducida junto con Arto Lindsay. Y luego atraviesa tormentas y llega a un refugio cálido en la inspiradora «Pra Melhorar» junto a Seu Jorge y su hija Flora. Su voz es como un rayo de luz que entra por la ventana en «A lingua dos animais», pero también puede sonar magnética y extraña en el fado «Vagalumes» con Arnaldo Antunes; elegante y melancólica en la balada «Totalmente seu»; cadenciosa y bañada de mar en «Praia Vermelha»; o sambista de pura cepa en «Elegante amanhecer». Los estribillos se adhieren inmediatamente al oído, pero están perfectamente blindados para resistir el paso del tiempo.

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