21 de octubre de 2014
«Creo que en la mirada de un chico hay una verdad muy genuina, vacía de prejuicios, que además pasa mucho por lo corporal. En un chico lo extraño y lo terrorífico son posibilidades reales, pero al mismo tiempo no tienen esa construcción social con la que los adultos decidimos qué es real y qué no. Qué es peligroso y qué no. Para ellos todo es factible.»