9 de octubre de 2014
En el marco de un operativo de control en barrios privados de la provincia de Buenos Aires, los inspectores de la Agencia de Recaudación Bonaerense (ARBA) detectaron que el 87% de las construcciones de un predio cerrado ubicado en la localidad de Quilmes no estaba declarado ante el fisco y, por lo tanto, tributaba como baldío. Según estimaciones, la deuda conjunta en el Impuesto Inmobiliario supera los 2 millones de pesos. La situación de irregularidad se detectó a partir del uso de un drone (vehículo aéreo no tripulado). El «drone fiscalizador» corroboró que de los casi 60.000 metros cuadrados construidos en el barrio cerrado Nuevo Quilmes, 52.000 metros nunca fueron declarados por sus propietarios. «Con el control satelital, la ayuda del drone y el alto grado de desarrollo tecnológico alcanzado por la Provincia, conseguimos un nivel de fiscalización muy eficaz que nos permite ser más rigurosos para combatir la evasión», explicó el titular de ARBA, Iván Budassi.