1 de junio de 2021
Chloé Zhao
McDormand interpreta a una mujer que lo pierde todo con la debacle económica de 2008.
«Hay películas que se destacan por transformar el lenguaje cinematográfico, mientras que otras se diferencian del resto por hacer una representación fiel de su época. La ganadora del León de Oro en el festival de Venecia pertenece a este último grupo, al realizar un retrato de los que perdieron sus casas y se volcaron a la vida nómade con la debacle económica de 2008 en Estados Unidos. La película empieza con una placa informativa sobre el cierre de una tradicional colonia industrial ubicada en una zona rural de Nevada, situación que lanza a Fern (Frances McDormand) con su camioneta a un viaje por el oeste del país, donde conocerá infinidad de individuos que se encuentran en su misma situación. La tercera película de la realizadora china-estadounidense Chloé Zhao (las otras son Songs My Brothers Taught Me y El jinete) es una road movie de indigentes, de los caídos del sistema que forman parte del estrato más bajo de la sociedad. Pero lejos de cualquier sentimentalismo, la directora abandona el drama en pos de un relato sutil y poético cercano al realismo, sobre la esperanza que renace después de la crisis. Con recursos propios del cine documental (los nómades reales Linda May, Swankie y Bob Wells interactúan con la actriz de Tres anuncios para un crimen), el film sigue de cerca el rostro de la protagonista, presente en todas las escenas, en el proceso de reconfiguración de su identidad. Basada en la novela Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century de Jessica Bruder, la historia también habla sobre la crisis de una forma de vida, al poner en valor el reencuentro con la naturaleza (con los imponentes paisajes fotografiados por Joshua James Richards) y la necesidad de los vínculos humanos para subsistir. En ese camino aparece la siempre tentadora reinserción a un sistema al cual, parece, no es sano regresar.