Cultura | Patria Grande

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Ulises Rodríguez

La editora cooperativa continúa con su labor a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia. Ernesto Cardenal, Hamlet Lima Quintana y Mamerto Menapace, entre otros, forman parte de su catálogo, comprometido con las voces de las luchas populares.

Avenida Rivadavia 6369. El local ofrece una amplia variedad de títulos a los lectores. (Facundo Nívolo)

Pocos días antes de que Héctor J. Cámpora asumiera como presidente constitucional de la Argentina, en 1973, nacía la cooperativa Editora Patria Grande en el barrio porteño de Liniers. En efecto, su primera publicación, con una tirada de 10.000 ejemplares, fue el discurso inaugural del presidente justicialista. Reeditado al cumplirse los 40 años de vida de la editorial, en aquel momento fue una manera de probar una publicación masiva a través de los puestos de venta de diarios y revistas. De aquel grupo fundador se destacan nombres como el del sociólogo y sacerdote Justino O’Farrell, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA bajo el gobierno de Cámpora; el obispo Enrique Angelelli, asesinado en 1977 durante la última dictadura cívico-militar, y de Enrique Pochat, exdirector de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.
«Patria Grande es una cooperativa editorial histórica, casi única en su género en el país, lo cual no es para nada idílico. Contamos con una ventaja y es que somos nosotros, los trabajadores, los editores y libreros los que gestionamos nuestra entidad con recursos enteramente propios, genuinos», dice Gastón Siniscalco, tesorero. Asimismo, señala que la editora «siempre se movió entre la religiosidad popular y lo político dentro de los procesos de lucha de los pueblos en aquel contexto: el cristianismo, el peronismo y el marxismo en el marco de las luchas políticas del siglo XX».

Tiempos modernos
Desde hace 26 años, la librería y editora funciona en un local de la avenida Rivadavia, justo en la boca del subte de la estación Carabobo. Hoy tiene 10 asociados y asociadas.
Autores de la talla de Ernesto Cardenal, Hamlet Lima Quintana, Mamerto Menapace, Julián Zini, Washington Uranga, Jorge Boccanera, Ana Cacopardo, Jaime Sabines, Mariana Baranchuk y Juan Duizeide forman parte de su gran catálogo. «En nuestra librería las y los lectores se encuentran con el best-seller al mismo precio que en las grandes cadenas, pero también saben que hay un gran espacio para autoras feministas, intelectuales de izquierda, editoriales independientes y publicaciones que no tienen cabida en las vidrieras de otras librerías», dice Siniscalco.
La pandemia fue un golpe duro para Patria Grande. Los meses de aislamiento obligaron a los asociados a replantear el modo de venta y trabajo. «Veníamos castigados por los cuatro años de macrismo y cuando estábamos en un momento clave para la venta de libros escolares tuvimos que cerrar. Así que nos volcamos a las redes sociales y al WhatsApp y comenzamos a hacer repartos a domicilio hasta que volvimos a abrir y de a poco la gente está volviendo», cuenta el tesorero. Como parte de los vínculos con otras entidades del sector, la editora está asociada a filial Flores del Banco Credicoop desde hace 10 años. «Participamos en encuentros, en la feria cooperativa y en presentaciones de libros en el Centro Cultural de la Cooperación», afirma Siniscalco.
Un estudio del Centro Universitario de las Industrias Culturales Argentinas señala que, desde principios de 2016, la producción de libros cayó un 39%; la de los libros para escuelas, un 91%. Las compras estatales pasaron de 1.150 millones de pesos en 2015 a solo 100 millones de pesos en 2016, un descenso del 91,3%. Los números hablan de la compleja situación de la industria editorial argentina. Sin embargo, Patria Grande sigue apostando a editar libros y a la formación de lectores, haciendo honor a sus más de 40 años de compromiso con la palabra.

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