10 de septiembre de 2014
Nelson Carvalho, intendente de Alba Posse, un pueblo de 500 habitantes cerca de la frontera con Brasil, decretó la vigencia de un «toque de queda» para adolescentes menores de 15 años, de lunes a viernes a partir de las 22 horas. La medida tiene como fin «evitar la vagancia, la drogadicción y el alcoholismo» entre los jóvenes de la localidad misionera y permitirá que la policía detenga y demore a los infractores, que deberán ser buscados en la comisaría del pueblo por sus padres. Carvalho, perteneciente al Frente Renovador, afirmó que los padres «le agradecen» esta disposición y declaró: «Hoy tenemos excelentes resultados y los padres nos agradecen porque los chicos vuelven a sus casas temprano y a salvo», aunque la policía provincial negó que cualquier orden en este sentido haya emanado del Municipio. La medida de Carvalho generó polémicas y cuestionamientos en distintos sectores de la provincia. Mariano Antón, responsable local del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), y Jorge Franco, ministro de Gobierno de Misiones, coincidieron en sindicar la prohibición del intendente como inadecuada, remarcando que estigmatiza a los jóvenes.