Organizado por el IADE desde hace cinco años, el encuentro reunió en esta ocasión a destacados especialistas de distintas disciplinas que debatieron acerca de las perspectivas, desafíos y limitaciones que implica un nuevo modelo a construir.
9 de octubre de 2019
Fuga de capitales. Duarte, Padín, Santarcángelo, Rua y Gaggero disertaron sobre finanzas. (Horacio Paone)
Como cada año desde hace un lustro, el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (Iade) organizó su Jornada de Desarrollo en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC), en esta ocasión en forma conjunta con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), el Instituto Universitario de la Cooperación (Iucoop) y el CCC. El ciclo, en el contexto nacional de cambio de gobierno, tuvo como eje central las perspectivas y desafíos para el país y la región en cuanto a desarrollo, como así también sus principales restricciones en los distintos sectores económicos, como el financiero, el agro, el Estado y los actores sociales involucrados. «Este es un tiempo de quiebre en el que tenemos claridad respecto del pasado y del presente y donde se abren escenarios diversos, posibles hacia el futuro. ¿Por qué tiene importancia discutir en este contexto la cuestión del desarrollo?», se preguntó el filósofo Federico Schuster, junto con Ana Grondona y Luciana Ghiotto, en la mesa de apertura de la jornada sobre los desafíos del desarrollo. Para luego agregar: «Este es el momento en que tenemos que asumir el desafío de pensar cuál sería un proyecto de desarrollo para Argentina y para América Latina. Básicamente para poner en cuestión el proyecto vigente y porque debemos preparar insumos que puedan ser tomados por un Gobierno de otras características».
Sectores
Durante la segunda jornada, el eje de las mesas de discusión estuvo puesto en las restricciones, limitaciones y problemáticas del desarrollo. «Uno de los principales condicionantes del crecimiento y del desarrollo de los países latinoamericanos es la restricción externa, que en las últimas décadas muestra una profundización de la dependencia financiera de los países latinoamericanos, donde la fuga de capitales es el rubro mas deficitario, lo que lo convierte en uno de los principales obstáculos. Es un tema estructural, no coyuntural, que es importante discutir», señaló en su intervención Magdalena Rua, quien junto con Jorge Gaggero, Juan Santarcángelo y Juan Padín, coincidieron en que, en un proceso de desarrollo, se debe repensar la política de endeudamiento como así también la regulación del sector financiero.
A su turno, los economistas Fernando Porta e Igal Kejsefman analizaron las limitaciones de la industria nacional. «Si estamos pensando en problemáticas de desarrollo, entendido como un proceso social de construcción de mejor calidad de vida (no solo material sino también de acceso a derechos, empoderamiento ciudadano), y de mayor igualdad (no solo de ingresos, sino de oportunidades), la resolución de los problemas del mercado de trabajo es un desafío central», afirmó Porta. Mientras que Gabriela Martínez Dougnac y Eduardo Azcuy Ameghino, del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios (CIEA), y Andrea Sosa Varotti, del Programa de Estudios Rurales y Globalización (PERyG), reflexionaron acerca de la problemática del agro. «Argentina produce alimentos para 400 millones de personas, pero tuvo que promulgar una ley de emergencia alimentaria y no tiene condiciones económicas para el acceso a alimentos de calidad y a precio razonable para gran parte de su población. Esto tiene que ver con el modelo de producción agrario. Esta estructura agraria es totalmente irracional y no responde a las necesidades del pueblo», sostuvo Martínez Dougnac. Por su parte, Adrián Piva, Marisa Duarte y Andrés Tzeiman reflexionaron acerca de los desafíos que deberá enfrentar el Estado para integrar a todos los actores sociales en un marco de alta heterogeneidad. Para cerrar la jornada, Paula Aguilar, Laura Álvarez, Valeria Mutuberría y Gisela Hadad debatieron acerca de los temas pendientes del desarrollo, entre ellos, representación y control político de los pueblos, cambios en la cultura y el sistema de valores, género, cuidado, riquezas naturales, economía social y comunidades originarias.