7 de agosto de 2019
También conocido como «Plan Anabólicos». ¿De qué se trata? Es una estrategia del Gobierno para reinstalar medidas de aliento al consumo, intentar mejorar el ánimo de los consumidores y así aspirar a un mayor caudal electoral. Esta deducción no es arbitraria: el plan se inició este abril y todas las medidas terminan, a lo sumo, en diciembre de este año. Se pueden listar Precios Esenciales, créditos de la Anses, cortes de carne a precios accesibles (sí, no hay error), congelamiento de tarifas de gas, electricidad, agua y transporte hasta diciembre, subsidio para los autos 0 km, entre otros.
El Gobierno se enfrenta con otro problema: la mayoría de sus funcionarios son detractores de estas medidas, y las tildan de intervencionistas o populistas. De allí que la implementación es defectuosa e incompleta. Los defectos no son por impericia. Los Precios Esenciales contienen muchas harinas, pero ningún producto cárnico. Los créditos Anses se promocionan con tasas «desde» el 40% mensual, aunque en promedio se ubica en el 50%, intereses altísimos que reducen el poder de compra de los jubilados. ¿Alguien consiguió el asado o vacío a 140 pesos el kilo? El subsidio a los autos 0 km se aplica tanto a los de producción nacional como a los importados (sí, no hay error, se está subsidiando la producción de Francia o Alemania, entre otros). La creación de empleo argentino, te la debo.
El diferimiento de las subas de las tarifas públicas genera un aumento de los subsidios a las empresas proveedoras y se da de bruces con la política de reducción del déficit fiscal con la que tanto insiste el Gobierno. Todas medidas tomadas, sin sonrojarse, para «pasar las elecciones» e intentar mejorar las chances del oficialismo. Si continúa el actual modelo no solo desaparecerá el Plan Anabólicos, sino que continuarán o serán aún mayores las actuales penurias.