28 de diciembre de 2018
«El 9 de septiembre de 2016, solo en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, fallecieron tres obreros en sus trabajos. David Ramallo, en la Línea 60; Richard Alcaráz, en una obra en construcción en Villa Crespo; y Diego Soraire, en el INTA. No fueron hechos aislados, son el resultado del ahorro en salud y seguridad en el trabajo de las patronales, de la desidia del control estatal y de la complicidad de las burocracias sindicales. No fueron accidentes, son asesinatos». El Informe BAL (Basta de Asesinatos Laborales) abarca el período octubre 2017-septiembre 2018 y muestra casi 400 casos de muertes a consecuencia de «accidentes laborales». Se trata de un trabajador cada 20 horas. Ariel Godoy, titular de Seguridad e Higiene del gremio del Neumático y referente del espacio, recordó que «desde 2000 hasta la fecha se hundieron 90 barcos pesqueros».
Explotación. Denunciaron las condiciones que generan los «accidentes» en el trabajo.