30 de octubre de 2018
Tarde primaveral en Buenos Aires. En la misma mesa de siempre, o en otra igual, Rebequita y Tobías discuten. En el mismo tono de siempre. U otro igual.
–Tobías de mis entretelones promiscuos, quiero que me lleves a Brasil. Te lo digo en tono vehemente, así no me llevás.
–No entiendo, Rebequita de mis santas dudas, si no querés que te lleve, ¿para qué me lo pedís?
–Justamente, o debería decir «injustamente», Tobías de mis conflictos de género, vos nunca hacés lo que quiero. O bien, siempre hacés lo que no quiero. Así que ahora te digo que quiero algo que no quiero, para conseguir que no lo hagas.
–No entiendo, Rebequita de mis pantalones entallados, ¿acaso no te alcanzaba con no decirme nada?
–Vos nunca entendés, Tobías, y tenés en el cerebro un Windows machirulo que te hace creer que sí entendiste. Si yo no te digo qué es lo que quiero, vos vas a creer que quiero algo que en verdad querés vos. En cambio, si te lo digo, vas a creer que soy une histérique y vas a hacer lo contrario para darme el gusto de la insatisfacción.
–¡Estás hiperbolizando, Rebequita de mis sueños y esperanzas!
–¡No me hables en cocoliche griego que te entiendo igual, Tobías! Y no exagero nada, en todo caso in-agero porque no quiero excluir, sino in-cluir! Y no es un invento mío. Mirá si no al gobierno machirulo que tenemos: la gente le pide más salarios y menos tarifas, y ellos lo interpretan como que son histeriques, y le cumplen el deseo, pero al revés: ¡menos salarios, más tarifas! Porque piensan que así el pueblo va a estar más insatisfecho y entonces va a tener más deseos, y los va a votar a ellos una y otra vez. Se imaginan a la gente saliendo a la calle con pancartas y gritos reclamando: ¡más insatisfacción, más insatisfacción!
–Rebequita de mis albóndigas rellenas de queso aromatizado con cognac añejo, ¿de dónde sacaste semejante patraña rebozada?
¿Por qué la gente va a elegir a alguien que no interprete sus deseos correctamente, o que los interprete correctamente, pero haga lo contrario a propósito para dejarla insatisfecha? ¿Dónde viste que pase algo así?
–¡Ay, Tobías de mi silueta vintage! Te iba a decir que vos no entendés nada de psicoanálisis, pero no es cierto. ¡De lo que no entendés nada, es de política!