La elección de la provincia más grande del país se define en 36 de los 135 municipios: allí se concentra el 80% del electorado. Estrategias de campaña de las principales fuerzas políticas para triunfar en estos distritos clave.
7 de junio de 2017
La Matanza. San Justo, una de las localidades del partido más populoso del Conurbano. (Alejandro Rodríguez)
Un viejo axioma de la política sentencia que en cada proceso electoral de alcance nacional, la provincia de Buenos Aires se transforma, por su peso electoral, en la «madre de todas las batallas». Menos conocido es que de los 135 municipios que conforman el territorio bonaerense solo 36 condensan el 80% del electorado. ¿Cuáles son esos distritos, quiénes los gobiernan y cómo se preparan los principales espacios políticos para encarar sus campañas en esas localidades que marcarán el pulso de los próximos comicios legislativos?
La lista de «los 36» la integran: La Matanza (Frente para la Victoria –FpV–), el principal distrito electoral de Buenos Aires con casi 2 millones de habitantes; General San Martín (FpV), que posee el PBI municipal industrial más grande; General Pueyrredón (cuya cabecera es Mar del Plata), que es el segundo partido en peso electoral de la provincia, y La Plata, capital bonaerense, ambas gobernadas por Cambiemos. A ellas se suman otros 14 municipios gobernados por el FpV: Lomas de Zamora, Avellaneda, Berazategui, Merlo, Almirante Brown, Malvinas Argentinas, Florencio Varela, Esteban Echeverría, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, Moreno, Ezeiza y Escobar. También figuran Tigre, San Fernando y Necochea, conducidas por el Frente Renovador (FR). Y San Isidro, Berisso y Tandil, cuyos jefes comunales pertenecen a la Unión Cívica Radical (UCR). La nómina se completa con 9 partidos «teñidos de amarillo»: Tres de Febrero, Pilar, Quilmes, Lanús, Morón, Vicente López, Bahía Blanca, Junín y Olavarría. Y Azul, aliada del PRO, al igual que San Nicolás y San Miguel, cuyo intendente electo, de licencia, es Joaquín De la Torre, el actual ministro de Gobierno bonaerense, otrora massista. En total, son 16 distritos administrados por el FpV, 14 por Cambiemos, 3 por el FR y 3 por la UCR.
En el Ministerio de Gobierno bonaerense hicieron foco en esta radiografía política y, a base de encuestas y focus groups –una marca registrada del PRO– están delineando el mapa de situación, distrito por distrito. La estrategia general de Cambiemos sería, por un lado, polarizar con el kirchnerismo y, por otro, «bajar» la mayor cantidad de obras públicas para «mostrar gestión». Por caso, según informaron desde el gobierno, solo en Berazategui se están invirtiendo más de 4.000 millones de pesos en desagües.
Aprontes y especulaciones
Para intentar traccionar votos, la gobernadora María Eugenia Vidal, una de las dirigentes políticas con mejor imagen del país, será protagonista durante la campaña y acompañará a los postulantes (suenan fuerte el ministro de Educación, Esteban Bullrich; el neurocientífico Facundo Manes; y Gladys González, titular de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo, aunque no se descartan otros postulantes).
Por su parte, el peronismo y el massismo, las otras dos principales fuerzas que disputan la victoria en la provincia, aún están discutiendo, producto de sus internas, la táctica a desplegar. Mientras en el FR aseguran que están «caminando el territorio» tras el acto de lanzamiento de la alianza con el GEN de Margarita Stolbizer, en el peronismo afloran dos corrientes que seducen a los jefes comunales: una mayoritaria, la que fomenta la candidatura de la expresidenta Cristina Fernández, y otra que promueve «ampliar» el espectro de representación en nombre de la «unidad» y el «cambio», referenciada en el exministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. La puja hasta el momento radica en la presentación de una sola lista que reprensente a todo el espacio, con la expresidenta al frente, o dirimir en las primarias quién encabeza la propuesta.
Todo está abierto. A semanas del cierre de candidaturas, nadie se anima a dar nada por sentado, pero todos apuestan a cosechar en toda la provincia, aunque con la mira en los 36 distritos que cobijan a más de dos tercios del padrón bonaerense.