29 de marzo de 2017
La muerte de siete jóvenes en la Comisaría 1ª de Pergamino y la internación hospitalaria de tres menores detenidos en el Instituto Gregorio Aráoz Alfaro, de La Plata, tras sufrir la intoxicación por monóxido de carbono y quemaduras, pusieron en alerta a la Comisión Provincial por la Memoria, que preside el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. «El hacinamiento, la tortura sistemática, la falta de atención médica, los suicidios fraguados y la “garroterapia” son los métodos que organizan la vida en estos sitios de encierro», señaló la CPM en un documento sobre ambos casos que tituló «Muertes en contexto de incendio».
El organismo exigió al gobierno bonaerense que encabeza María Eugenia Vidal y a la policía provincial que asuma la responsabilidad por la masacre de Pergamino
y los hechos del Aráoz Alfaro. Cabe destacar que la CPM llama a sus informes anuales sobre prisiones y comisarias «El sistema de la crueldad».
Los datos registrados por familiares y organizaciones de derechos humanos dan cuenta de una secuencia macabra y reiterada tras los muros de estas instituciones: violencia permanente hacia los jóvenes hasta que estos, en protesta desesperada, encienden un colchón que debería ser ignífugo, el inmediato cierre de rejas y candados, el llamado tardío a los bomberos, las agonías.